miércoles, 26 de enero de 2011

Conflicto CR-NIC, una gran oportunidad.

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Hasta hace poco tiempo me preguntaba cual era la intención del gobierno nicaragüense en la isla Calero, al leer los diarios de este país me enteré del proyecto Brito y del canal interoceánico, este último aparentemente se escapa de las posibilidades económicas de Nicaragua, aunado a que su rentabilidad sería baja o nula para competir con el canal de Panamá. Con respecto a Brito lo he estudiado y consultado los artículos relacionados, así me enteré del enorme impacto ambiental que tendría a ambos lados de la frontera, lo cual lo hace inviable, aparte de la enorme oposición política más que evidente que existe.

También, me enteré de la tremenda dificultad que tiene este país para generar energía eléctrica de fuentes baratas y amigables ambientalmente hablando. De esto concluyo que la “invasión” en isla Calero es una simple prueba para determinar la capacidad y magnitud de la reacción político-ambiental tanto interna como externa a lo que sería un proyecto de tal magnitud. Ahora bien, el INE tiene presupuestados 13 proyectos hidroeléctricos de más de 30 MW de potencia, siendo Tumarin y Copalar en la cuenca de R. Grande de 425 MW y 281MW los más grandes respectivamente. El proyecto Brito (Río San Juan) es tercero con 260 MW y el cuarto el proyecto Pintada (Río Coco, frontera con Honduras) de 203 MW, estos últimos representan casi un 40% del potencial hidroeléctrico de Nicaragua y en ambos existe una inviabilidad política, ambiental y en parte económica. Con lo cual les quedaría 700 MW para desarrollar, que es precisamente el consumo actual. Es decir, que desde el punto de vista hidroeléctrico no podrían crecer más. Además, hay que sumar la fuerte oposición interna para desarrollar el proyecto Tumarin por el tremendo impacto ambiental en la cuenca del río Grande de Matagalpa.

Ahora bien, el potencial de energía geotérmica nicaragüense es de 1000 a 1200 MW distribuidos en nueve posibles proyectos en sus principales volcanes. Claro que con un costo mucho mayor que el hidroeléctrico. Y supongo que también con dificultades “ambientales”.

Así que, viendo este panorama creo que existe una enorme oportunidad para ayudar a Nicaragua, ayudarnos nosotros y hacer negocio. La idea es desarrollar nosotros a muy corto plazo los proyectos Diquís y Reventazón de 650 y 300 MW respectivamente y venderle la energía a Nicaragua. Evidentemente debemos asegurarnos ambos países de que en efecto ello implique el menor daño ambiental posible, ya que la naturaleza es una, y en esto nos debe guiar la sensatez y la realidad de los hechos. Si se preguntan cómo nos aseguramos de que nos paguen, en términos generales la solución es como una forma de “concesión”, dado que ellos pondrían el dinero para la inversión y se lo cobrarían ellos mismos.

Desde el punto de vista político, para ambos gobiernos llegar a una solución de este tipo sería un hito histórico y daría inicio a una nueva etapa de desarrollo conjunto.


Pensado por Raúl para este blog.

lunes, 24 de enero de 2011

SOBRE EL PROYECTO GARABITO

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LA COMPRA Y USO DE UNA PLANTA ELÉCTRICA TÉRMICA DEL ICE.

Otra forma de ver este asunto. ¿Un problema de abastecimiento eléctrico o un problema de Recope?

Se preguntarán ustedes, ¿por qué habiendo tantas formas de generar energía eléctrica el ICE escoge una de las más costosas y más contaminantes?, esto es paradójico siendo el ICE un promotor y pionero en el uso de energías limpias.

Bueno, resulta que en la refinación del petróleo para obtener combustibles uno de los productos resultantes es el bunker, aún cuando no lo queramos siempre lo vamos a tener.

Hasta hace 8 años o más, la mayoría del bunker lo consumían las dos cementeras de nuestro país, Holcim y Cemex, y otro tanto la fábrica de productos de vidrio Vicesa. Durante la década de los noventas las cementeras compraban a intervalos casi semestrales bunker, carbón o coke, por el siguiente motivo. Cuando las existencias de bunker eran bajas Recope fijaba un precio alto para los industriales, ellos exigían un precio menor y al final compraban carbón o coke en el exterior, lo procesaban y consumían; al cabo de un tiempo al tener existencias tan altas Recope debía bajar el precio por debajo de los del carbón y así vendérselo a los industriales, los cuales lo adquirían, así se volvía a repetir el ciclo año con año.

Sin embargo, en los últimos 12 años con la escalada de precios del petróleo y con este el del bunker. Las tres empresas cambiaron su combustible por carbón y en algunos casos por coke de petróleo. Los cuales no son comercializados ni controlados por Recope. Entonces se preguntarán, ¿qué se hace con el bunker que se produce? Se almacena a la capacidad que se tenga, luego debe detenerse el proceso de refinación.

Así, en caso de que Recope opere con su capacidad instalada de refinación actual o bien proyectando la entrada de la nueva refinadora convenida con China, alguien debe consumir el bunker, ¿quién será el consumidor? y a ¿cuál costo? ¿Y quién pagará todo esto?


Pensado por Raúl para este blog.