La creyenceria religiosa muchas veces nos infunde un miedo irracional acerca de temas fatalistas como el final de los tiempos o el fin del mundo tal y como lo conocemos, nos limita nuestra propia capacidad de criterio independiente y nos impide la búsqueda de nuestras propias respuestas (necesidad intrínseca del ser humano), todo esto se reemplaza por un sentimiento de zozobra e incertidumbre sobre que nos depara el futuro.
Día con día los medios de comunicación masiva nos bombardean con información y programas sobre el final del mundo, nos advierten sobre profecías de muerte y de sufrimiento, catástrofes de escala épica y demás tribulaciones que podamos imaginar. Sin embargo, si sometemos todo esto al razonamiento lógico, creen ustedes que realmente la concepción del Dios que damos por valida permitiría que la raza humana sufra tales calamidades?, en verdad el Dios de amor en el cual todos nosotros creemos daría cavidad a que su propia imagen y semejanza sufra?.
Desde que nacemos, cada uno de nosotros tiene la libertad de elegir lo que le parezca más conveniente y/o correcto, nacemos con la capacidad de discernir entre el bien y el mal y de optar por cualquiera de estas dos alternativas en nuestras propias decisiones y en nuestro diario vivir, todo lo que hacemos o dejemos de hacer en este planeta tiene una implicación prácticamente directa sobre otros seres humanos, es fácil notar esto cuando nos detenemos a mirar la situación a nivel mundial: serán las guerras eventos profetizados o será el efecto que causa la intolerancia de las personas (guerras por motivos de religión, credo, ideología política, etc), o tal vez de la avaricia (guerras por territorio, recursos económicos, petróleo, etc). Quizá la pobreza extrema en la que viven millones de personas en este mundo no es un evento que se previó hace mil años, cabe la posibilidad de que la indiferencia y el desdén de los que más tienen (ya sean personas o gobiernos) sobre los que poseen casi nada, provoque hambre, muerte y desolación como en el caso de África y en partes de Latinoamérica y Asía.
Como otra especie más sobre el planeta tierra, no estamos exentos a sufrir los eventos naturales característicos de nuestro planeta vivo, hace millones de años los dinosaurios se extinguieron debido a un evento de origen cósmico, y hoy en día hemos visto que hasta las naciones más poderosas del mundo sucumben ante los embates de la naturaleza. No es tonto afirmar que en este mundo superpoblado mucha gente muere ante los desastres naturales porque simplemente hay más densidad de población que en tiempo pasado y debido a esto mucha más gente muere en estos eventos.
Pensemos realmente si es racional el hecho de creer que Dios nos creo para después destruirnos en catástrofes donde mucha gente morirá y sufrirá, será cierto que Dios está solo con bando (cristianos) como tan fervientemente lo creemos (y los musulmanes, judíos, etc.??), serán al cien por ciento ciertas las cosas que nos dicen desde pequeños, tanto que, incluso nos sentimos culpables de pensar distinto a las leyes y dogmas que se nos inculcaron desde jóvenes. El ser humano es dueño absoluto de sus actos, y estos mismos actos son los que influyen en otras personas de manera positiva o negativa, Dios nos dio la libertad de elegir si en verdad el mundo acaba para nosotros o no.