Es fácil empezar a perder fe en nuestro
propio país, ¿y cómo no hacerlo? Si basta con echar un vistazo a la realidad
nacional para pensar que Costa Rica ha fracasado no solo como
nación sino también como sociedad. Personas cada vez más apáticas, gente
interesada solo en el bienestar personal y no en el bienestar general, una
“masa” totalmente domada ante los atropellos de los políticos cínicos y
corruptos, constantes bombardeos de idiotez colectiva en la televisión me hacen
pensar en el real e inminente “intento fallido” de todos y cada uno de nosotros
al pretender formar una sociedad desarrollada al ejemplo (y la sombra) de
naciones de la misma América y también de Europa.
El costarricense a mi opinión, ha
sucumbido o se ha vuelto inmune ante los constantes “descaros” de sus mismos
dirigentes que estamos pasando por alto hechos de suma importancia para todos
como el recorte de presupuesto a instituciones como el Ministerio de Cultura,
Conape e inclusive universidades públicas; haciendo la salvedad de que aun en
internet se pueden encontrar focos de resistencia ante la apatía y la
estupidización masiva como blogs de idealistas y librepensadores, el resto de
ticos parecen estar más interesados en el “black Friday” o en “combate” o en “El
chinamo” u otras cosas de las cuales no hay que ser genios para darse cuenta
que cada vez que un compatriota las ve en su cabeza millones de neuronas mueren
sin haber sido utilizadas.
Yo en lo personal tengo el ideal
(ahora vano) de devolverle a Costa Rica lo que me ha dado, he tenido la
oportunidad de asistir a la escuela, al colegio y ahora a la una casa de
estudios superiores gracias al legado que generaciones previas a la mía han dejado
para el bien de todos, no obstante, reitero es difícil no pensar en abandonar
ese pensamiento al ver lo hundidos en la inmundicia que estamos y lo bajo que
hemos caído.