domingo, 15 de noviembre de 2009

Inseguridad.

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En días en que nuevamente los partidos políticos tanto tradicionales como minoritarios de este país nos vuelven a invadir con sus promesas utópicas de cambio y mejora en la economía y en la calidad de vida en general, pienso que nunca está de sobra mencionar un tema que es de sumo interés público dado a que, y sin temor a equivocarme, todos en este país hemos sido víctimas directamente o por lo menos algún ser cercano se ha visto envuelto: La inseguridad.

Casos en los últimos días se han visto mucho y más bien parecieran ser pan de todos los días, muertos por asaltos, robos, balaceras, narcotráfico, enfrentamientos de pandillas, y un sinfín de manifestaciones del crimen organizado pareciera que en algún momento y al ritmo creciente en que se presentan, podrían llegar a ser parte de nuestra idiosincrasia y nuestra cultura.

Es solo cuestión de prestar atención a la nueva moda en el diseño de casas y locales, la alambrada y los portones altos parecen ser el estilo preferente de hoy en día, los hogares están más cerca de convertirse en autenticas fortalezas, con todo tipo de alarmas, perros de cuido y vigilancia las 24 horas del día.

Por otro lado, la gente pareciera caminar con miedo, ¿y quién no lo haría? Si en esta noble patria los estudiantes mueren con sus libros en los brazos, o las mujeres embarazadas son asesinadas doblemente al morir también sus bebés. Irónicamente lo único decente que queda en este país, sería el profundo respeto hacia los derechos de los malhechores, es impensable que un asesino pase más de un día encarcelado o un ladrón sea detenido por más de unas horas, ¡Pobres! Seguro morirían de frio o les daría hambre, mejor hagamos respetar su derecho a delinquir y dejémoslos libres para que continúen su abnegada faena sin ser molestados.

Mientras la legislatura de Costa Rica continúe siendo tan flexible y tan tolerante hacia el crimen, este continuara proliferando hasta llegar (Dios no lo permita) al extremo de países como El Salvador o Guatemala en donde ni siquiera el mismo ejercito puede controlar a las “maras” y el estado es incapaz de brindarle a la ciudadanía el derecho a la seguridad y tan siquiera de caminar sin miedo por una calle o avenida.

Aunque las comparaciones me resultan desagradables, nunca está de más el realizar un poco de crítica constructiva y ver los claros ejemplos en donde una mano dura ante el crimen rinde jugosos resultados. En Singapur, si una persona es sorprendida botando basura, escupiendo en la calle o escupiendo un chicle, será multada, procesada y encarcelada por el grave delito que eso implica, si una persona es sorprendida consumiendo cigarrillos, heroína, cocaína o marihuana, se le impondrá pena de muerte sin derecho a objetar y no importara si esta persona es la hija del propio presidente o cualquier otro individuo importante.

Aunque de primera impresión parezca una política del miedo, este país es un vivo ejemplo de cómo una legislatura firme ante el crimen y una manera de pensar distinta de sus integrantes produce grandes resultados, Singapur en poco menos de 30 años paso de ser un país más pobre que Nicaragua, a una de las naciones de más peso en Asia y de las mas prosperas del mundo.

Como ya antes lo mencione, en vez de hacer caso a los “campos políticos pagados” sería buena idea el sentarse a pensar un poco cual es la mejor opción para el país y que satisfaga todas sus necesidades, pienso que resulta tonto el dejarse llevar por la publicidad cara (PLN), la demagoga (PAC) la desvergonzada (PUSC) y la ofensiva –chocante (Movimiento Libertario – Otto Guevara), lo mejor en este caso es analizar lo que más conviene tanto para el bien individual como para la colectividad general, muchas veces las grandes cosas vienen en embaces pequeños, y sobretodo debemos tener muy presentes que el cambio está en nosotros mismos.

“Pensar diferente es el primer paso para actuar distinto”.

lunes, 2 de noviembre de 2009

La felicidad está en cosas pequeñas.

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En lo que llevo de estar vivo, he notado que la mayoría de personas en este mundo tienen o poseen grandes ambiciones todas asociadas a la tenencia de dinero y/o cualquier otro tipo de bienes materiales. El estrés diario ya sea en el trabajo o en la Universidad por lograr asegurarnos un buen puesto en algún trabajo y recibir una suma socialmente aceptada de dinero, nos ha hecho olvidar que en la inmensa mayoría de ocasiones la felicidad no proviene de estas cosas, mas si de las más sencillas e insignificantes que muchas veces pasan desapercibidas ante nuestros cansados y casi ciegos ojos.

Los medios nos invaden cada vez más con vanas y absurdas modas, todo aquel que no las siga, no es digno de ser llamado miembro de la sociedad, los hombres (varones) piensan que el costo de su automóvil y la belleza de su novia es proporcional a su hombría, mientras que las mujeres aumentan el tamaño de su pecho pero a su vez reducen el de su cerebro para acoplarse a esta “moda” que lo único que busca es hacer más ricos a los más ricos.

Tener un auto lujoso, una casa con vista a la playa o en Escazú o en Rohmoser (zonas que según las personas que viven en ellas “Escapan del subdesarrollo del país”) mas una propiedad en alguna zona turística como Guanacaste esta dentro de los sueños de muchas personas en este país y algunas otras van mucho mas allá con ambiciones sumamente ostentosas.

Sin embargo díganme ustedes una vez que hayan cumplido alguna de estas pretensiones: Ahora qué??, Que es lo que sigue??, Podre llegar más arriba??.

De qué sirve todo el dinero del mundo cuando se ha dejado toda la felicidad para conseguirlo? , De qué manera satisfacen los bienes materiales el vacio de el espíritu y el alma (que son dos cosas muy distintas)?

Con la mayor sinceridad del mundo les digo que vale más la pena compartir al lado de las personas que te importan, que un simple mensaje al correo o al Messenger (no escapo de la tecnología) pueden alegrar el corazón más que cualquier auto último modelo o que cualquier tipo de tratamiento estético. Una conversación acompañada de un helado o un café al lado de las personas que valen la pena (saludos a LAu), pueden lograr que 3 horas parezcan un breve suspiro en el tiempo, o que la mas fuerte lluvia del año (jueves pasado en Heredia) pase totalmente desapercibida mientras hablas de lo que te importa con la(s) personas que te importan.

Así que, detengámonos un momento a pensar si vale la pena dejar todo de lado por un ideal (dinero) que al final puede traer más infelicidad de lo imaginado, o por el contrario, disfrutamos de cada ínfimo detalle que la vida nos regala y así ser felices.